Controlar la declinación o desviación magnética en una carta náutica es básico para evitar perder el rumbo en la navegación. Para ello, es necesario tener en cuenta una serie de nociones y conocimientos básicos relacionados con la cartografía, la topografía y el campo magnético terrestre, entre las que se encuentran los cambios normales en que se dan en este de forma más o menos constante.
La declinación magnética es el ángulo existente entre el norte geográfico y el norte magnético, ya que ambos no se localizan en las mismas zonas, pero sí tienen cierta proximidad. Este ángulo varía a lo largo de los años y también lo hace en función del lugar en el que nos encontremos, no es el mismo en todos los sitios. Por eso, es necesario establecer ciertos parámetros para calcularlo.
El polo norte geográfico es el que todos conocemos. Es, junto al polo sur geográfico, uno de los puntos de la superficie de la tierra que coincide con su eje de rotación. La tierra gira alrededor de sí misma en torno a este eje. Actualmente, en esta zona no hay ninguna masa de tierra, solo hay bloques de hielo; sin embargo, en el polo sur geográfico, está la Antártida. Hace millones de años la configuración continental era diferente debido a la deriva continental y a la tectónica de placas.
El polo norte magnético es el que mide las brújulas y depende del campo magnético de la tierra. Este campo magnético se genera en el núcleo de nuestro planeta, formado por hierro y níquel mayoritariamente, y varía a lo largo del tiempo. Existen registros geológicos que hablan de inversiones importantes en el campo magnético provocadas por variaciones del núcleo terrestre. De esta manera, el norte magnético casi nunca coincide con el norte geográfico, por lo que, si estas diferencias no se corrigen, las brújulas no apuntan al “norte real” de la Tierra. Y de esto es de lo que se encargan las correcciones de la declinación magnética.
Todo el mundo sabe que una brújula siempre apunta al norte debido al imán que la compone. Si se desmagnetiza, dejará de funcionar y lo mismo sucede si no se calibra antes de su venta. Para un uso cotidiano, una brújula normal es muy útil, pero en navegación y también en aviación es muy importante corregir las desviaciones magnéticas de forma continua. Para ello, hay que tener en cuenta los factores que influyen en las medidas del campo magnético y que pueden alterar el comportamiento de las brújulas, reduciendo su exactitud:
La desviación en el campo magnético se puede determinar con ayuda de las cartas náuticas. La carta náutica es un mapa específico utilizado en la navegación que muestra la profundidad, las peculiaridades del fondo marino y las variaciones magnéticas en cada sector para un determinado año en concreto. Todo esto contribuye a minimizar los riesgos de la navegación y facilita el cálculo de la declinación para un determinado punto.
Para determinarlo, hay que tener en cuenta una serie de aspectos básicos, que pueden verse con facilidad en la carta:
Una vez obtenido lo anterior, se multiplican los años transcurridos por la variación anual y se suman o restan los grados apuntados en el primer punto. Pese a parecer complejo, el proceso es más rápido y sencillo de lo que parece, solo es necesario saber leer una carta náutica.
Para llevar a cabo estos cálculos, también nos podemos apoyar en una calculadora de declinación magnética. En la red se pueden encontrar algunas aplicaciones para descargarlas y poder realizarlos con rapidez. Estos valores se pueden comparar con los obtenidos tras seguir los pasos mencionados, para aumentar la exactitud o comprobarla.
Como la declinación magnética depende de la latitud, no se pueden dar números exactos y precisos a la desviación actual. Lo que sí puede definirse es que, cada 100 años, el cambio es de entre 2 y 2,5 grados, lo que equivale a unos 60 km. Esto es muy poco, teniendo en cuenta el tamaño total de la Tierra.
También es conocido que, en la actualidad, el polo norte magnético se encuentra en el sur geográfico y no al norte. Esto significa que las brújulas en realidad lo que están midiendo es el polo sur magnético, que es el que se localiza más cerca del norte geográfico. La última inversión del campo magnético se dio hace unos 780.000 años, de forma que antes sí coincidían norte geográfico y magnético, pero los humanos no estábamos ahí para verlo, aunque todo esto queda registrado en las rocas que nos rodean.
En resumen, y a modo de conclusión, conocer la desviación magnética es básico en la navegación para una correcta ubicación.