Las defensas para atraque de buques son elementos elásticos situados que ayudan a amortiguar el impacto del barco contra el muelle durante la maniobra de ataque. Estas defensas absorben parte de la energía que trae el buque al acercarse al muelle, reduciendo el riesgo de daños en el casco. Asimismo, evitan los desgastes en la zona del muelle, ya que contribuyen a minimizar el efecto reactivo de la estructura a la potencia del barco al acercarse.
Denominamos defensa para barcos a cualquier elemento que se coloca a lo largo del muelle para que los barcos no golpeen directamente sobre él. En los diferentes puertos encontrarás defensas de madera, neumáticas, de corcho o de diferentes materiales combinados entre sí.
Las defensas se cuelgan del muelle a cierta distancia unas de otras para conseguir que los barcos no lleguen a rozar la estructura.
También se puede disponer de defensas en el propio barco. De esta forma, se mantiene la embarcación siempre protegida y no hay que preocuparse de las que se encuentren en los muelles. Amarrarlas correctamente a la embarcación proporcionará a nuestro barco los parachoques imprescindibles para que el acercamiento a puerto no suponga ningún problema.
Lo más habitual es colocarlas en los costados de la embarcación por encima de la línea de flotación. También podemos colocarlas en la proa para que la protección sea más eficiente.
Conocemos el término atraque al acercamiento de las embarcaciones al muelle del puerto, ya sea para descargar, repostar o realizar labores de mantenimiento.
En cualquier puerto la autoridad portuaria asigna a los diferentes buques nacionales y extranjeros una posición determinada de atraque, de acuerdo a la programación. Esta posición, así como el tiempo concedido de permanencia, se comunica a la tripulación para que la maniobra de atraque se realice lo más cerca posible.
Las autoridades del puerto asignan las posiciones de atraque teniendo en cuenta las características determinadas de cada buque. Por este motivo, las defensas que verás en un puerto varían de unos muelles a otros, según el tipo de barco que atraque en cada zona.
Los sistemas de defensas evitan los daños tanto en los barcos como en las estructuras de los muelles. Minimizan el roce directo entre el casco de la embarcación y la estructura de hormigón o de madera del muelle, que supondría un deterioro de ambas estructuras.
Las defensas absorben la energía cinética que mueve el barco en su desplazamiento y la transforma en fuerza de reacción. De esta forma, tanto el casco como el muelle pueden soportar la colisión, al estar amortiguada por los componentes de las defensas.
El diseño de las defensas es fundamental para que cumplan su función correctamente. Existen numerosos estudios en los que se han producido y probado los diferentes diseños hasta llegar a los sistemas más apropiados.
Tan importante como la parte neumática es el anclaje de las defensas, que se debe realizar teniendo en cuenta una combinación de carga altamente desfavorable. De esta forma, se garantiza una respuesta positiva en todos los casos de atraque. El material y la adherencia a la superficie son fundamentales a la hora de elegir el tipo de anclaje.
Existen infinidad de tipos de defensas, de diferentes precios y con rendimientos muy variados. En realidad, cualquier pieza de goma o PVC suspendida en la línea de arrufo puede considerarse una defensa. El barco se apoya en estas piezas y puede maniobrar sin riesgo de rozar el casco.
Desde Suisca Group recomendamos la instalación de defensas homologadas para evitar daños en los buques y en la infraestructura del muelle. Estas son las más utilizadas.
Recomendadas para embarcaciones de recreo y con pequeño calado. Se pueden elegir cilíndricas, planas, de proa o de peldaño. Están fabricadas en PVC y se hinchan a la presión adecuada para absorber el impacto. Es recomendable colocar una defensa cada 2,5 metros, aunque en algunos amarres muy estrechos habrá que colocarlas más juntas para evitar roces.
El sistema de llenado de aire es muy sencillo, basta con utilizar la válvula y el tapón de los que viene provisto. En ningún caso se debe utilizar una aguja para inflar las defensas, ya que esto agujerea la válvula y la deja inservible. Se pueden utilizar hinchadores manuales o una pistola con compresor de aire para mayor facilidad. En la información del producto viene indicada la presión que debe tener para un correcto funcionamiento.
Sirven para barcos de mayor envergadura y son muy fáciles de instalar. Protegen el casco tanto en el muelle como cuando está abarloado. Se colocan en vertical o en horizontal a lo largo del casco, cuidando siempre que el anclaje sea el adecuado.
Están fabricadas en espuma de polietileno, una estructura semirrígida que protege el casco sin ensuciarlo. Son las más adecuadas en los amarres estrechos, cuando hay poca distancia entre unos barcos y otros, ya que aprovechan mejor el espacio. No se desinflan, puesto que el material está encapsulado en nylon.
Son las más empleadas para los casos de amarre de barco a barco en alta mar o buque a muelle en embarcaderos. También se recomiendan cuando la carga del barco es líquida o transporta mercancías sensibles y peligrosas.
Las defensas para barcos evitan que los barcos, naves y remolcadores choquen contra el dique o el embarcadero y entre ellos. Por eso, se conocen con el nombre de parachoques. Absorben la energía cinética de forma que el muelle recibe un impacto mucho más pequeño. Además, al estar fabricadas en material semirrígido, evitan las rozaduras en los barcos y el deterioro del embarcadero.
Si tienes dudas sobre las defensas para el atraque de buques, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Suisca Group te ofrece todo aquello que pueda precisar tu embarcación y con el asesoramiento de nuestros expertos.