Seguro que más de una vez te has preguntado qué es una eslinga. Este accesorio es de gran utilidad en los barcos ya que a la hora de subir grandes pesos a una embarcación es la herramienta necesaria. Te resultará de utilidad gracias a su versatilidad, flexibilidad, gran resistencia y facilidad de uso. ¿Quieres conocerla a fondo? ¡No dejes de leer!
Las eslingas son una herramienta destinada a la elevación, arrastre o transporte de mercancías pesadas. Ayuda a subir todo tipo de objetos a un barco de forma segura y con poco esfuerzo. Permiten enganchar la carga a un punto de tracción o de izado. Se compone de una cinta de material sintético cuyos extremos terminan en lazos. Además, varían en función de su capacidad.
La capacidad de una eslinga le permite soportar diferentes pesos. Esta depende de los materiales que compongan la herramienta. Por ejemplo, el poliéster se usa para levantar cargas livianas o frágiles. Ofrece suavidad durante todo el proceso y no se desfigura por el peso. Asimismo, puede estirarse un 3% más de su tamaño normal.
Sin este accesorio elevar pesos a cualquier barco se convertiría en una tarea muy costosa. Sería necesario encontrar una alternativa, la cual podría no ser tan sencilla de poner en práctica o no tener un diseño tan simple pero efectivo como el de una eslinga.
El uso de las eslingas de elevación es muy sencillo e intuitivo. El primer paso para utilizarla reside en verificar el estado del material. En caso de que presenten daños, es muy recomendable desecharlas. De otro modo, podrían romperse durante el izado de la carga, lo que la rompería y pondría en peligro a los operarios. Una vez que se haya comprobado que se encuentra en perfectas condiciones, debe estudiarse la maniobra de ejecución.
Cada situación es distinta, ya que se deben tener en cuenta diferentes factores. Una de ellas es el peso de la propia carga o dónde se efectuará el levantamiento. Si fuera en el exterior e hiciera mucho viento, no sería seguro efectuar la maniobra de izado. Tampoco se recomienda superar el límite de peso de la eslinga, la cual podría romperse.
A la hora de establecer el límite de carga, es importante tener en cuenta el ángulo que se creará durante la maniobra. Se generará una tensión en la eslinga al estar sujetando el objeto mientras se eleva. Si esta fuera demasiado fuerte, el material se desgarraría y la mercancía acabaría en el suelo.
Las eslingas se dispondrán rodeando a la carga para izarla o fijadas a un elemento de sujeción. Esto varía en función del tipo de mercancía, la forma en la que se transporta o de su peso. En cualquier caso, se debe seleccionar la manera en la que efectuar la elevación, de ella depende buena parte del éxito de la maniobra. Además, hay que procurar que el gancho esté vertical en relación con el centro de gravedad de la mercancía.
El material de la eslinga es relevante para que pueda cumplir con éxito su función. Existen diferentes materiales, los cuales se adaptan a diferentes pesos. Así, no costará encontrar la adecuada para realizar el trabajo y conseguir los mejores resultados.
Se trata de una resina plástica que se obtiene del petróleo. Su coste es bajo, pesa poco, aguanta bien la humedad, destaca por su elasticidad, resistencia a la abrasión, decoloración o ataques bacterianos. Además, puede combinarse con otro tipo de tejidos para adaptarse a la finalidad que se le vaya a dar. También pueden personalizarse sus características a través de la sublimación.
Estas características convierten a las eslingas de poliéster en una elección adecuada para trabajar cerca del mar. No hay problemas con la humedad o con que crezca moho, ya que lo resiste sin romperse. Si bien no es un material perfecto, soportará una amplia variedad de cargas sin romperse. Sin duda, se obtienen una serie de ventajas que merecen la pena.
Por su lado, las eslingas de acero se fabrican con alambres de este material. Pueden tener desde uno a cuatro ramales con diferentes terminaciones y grosores. Destacan por levantar grandes pesos, su dureza y resistencia a los elementos. Además, se presentan en varios tipos para adaptar la eslinga al levantamiento de mercancías concretas.
El buen mantenimiento de las eslingas de amarre para cargas es esencial para garantizar su buen estado. De lo contrario, acabaría por poner en peligro la seguridad. No hay que arrastrar mercancía alguna sobre ellas, ya que podrían sufrir daños, tanto si son de poliéster como de acero. Las primeras podrían deshilacharse y las segundas fracturarse.
Los ganchos que vayan a utilizarse tienen que ser redondeados para que permitan a la eslinga deslizarse. Si hubiera una obstrucción, el levantamiento podría entorpecerse y la herramienta llegaría a sufrir daños. Tampoco es recomendable usar más de un gancho por eslinga.
El peso de la mercancía tiene que repartirse de forma equitativa entre las eslingas que la levanten. El objetivo es evitar esfuerzos innecesarios que conduzcan a una rotura en pleno levantamiento. No hay que colocarlas en cantos agudos ni que se deslicen por encima de ángulos o a lo largo de los bordes. Si esto es inevitable, puede emplearse cantoneras protectoras.
En cuanto a las temperaturas, no deberían emplearse eslingas si estas se encuentran a 100 °C o inferiores a los -40 °C. Sus características podrían variar en estas circunstancias. A la hora de almacenarlas, mejor en un almacén seco y en el que exista una buena ventilación. De esta manera, se conservarán en buen estado incluso si no se utilizan en un largo periodo de tiempo.
En definitiva, ahora puedes saber un poco más acerca de qué es una eslinga y qué usos se le dan. Gracias a esta herramienta, es posible levantar grandes pesos de forma segura y eficiente. En Suisca Group se ofrece todo aquello que pueda precisar un buque, pues somos fabricantes de eslingas de cable de acero y estamos certificados por el Lloyds Register. Se atesora una larga experiencia de 30 años en la venta y distribución de eslingas de carga.